
Miro alrededor en este salón. A muchos de ustedes los conozco y a muchos no tengo el gusto, pero ¿saben? No importa. Estamos en familia.
Todos estamos relacionados por el noble trabajo que hacemos. Estamos conectados por nuestra capacidad de servir a la gente, para mejorar sus vidas, para ayudarles a dormir con tranquilidad y mirar al futuro con esperanza. Eso lo hacemos todos los días. Y estamos aquí porque lo hacemos bien.
Pero esa no es por lo que estoy acá, en este estrado, ante todos ustedes. No acepté esta invitación nomás para tener otra sesión de palmaditas en la espalda, diciendo: "¡Buen trabajo!" Ustedes ya saben eso. Estoy aquí para recordarles algunas cosas que quizá hayan olvidado.
Verán, cuando eres bueno en lo que haces es fácil olvidarse de todo excepto del cierre, competir, o ser el máximo productor al final del año. Pero eso no es todo. Somos más que sólo números. Necesitamos algo más que dinero y palmadas en la espalda. Somos más fuertes y más trascendentes que cualquier trofeo que pudiéramos poner en la repisa o colgar en la pared.
Debemos serlo. Si no, ¿qué sucede cuando termina la Reunión Anual y volvemos a casa, donde el único colega alrededor es el que nos mira desde el espejo?¿Qué somos cuando nadie nos está animando?
He estado haciendo esto durante 47 años, y soy bueno en lo que hago. Pero ha habido algunos valles bastante profundos entre esas crestas elevadas. Si no tuviera algo más sólido que sentirme bien conmigo mismo para sostenerme, podría haberme dado por vencido hace mucho tiempo. Podría haber renunciado cuando me despidieron en mi primera semana en el trabajo, cuando supieron que yo no tenía automóvil y tampoco teléfono en casa. Cuando alguien te dice "Estás despedido", me parece buen momento para renunciar, ¿no creen? Pero si hubiera escuchado a ese tío, no me hubiera convertido en el Novato del Año.
Podría haber renunciado hace 20 años, cuando estaba bajo advertencia por baja producción y mi gerente me sugirió renunciar. Ese fue el año anterior a que me ganara el primero de 12 trofeos como Número Uno.
Hace 10 años, alguien me dijo que debía retirarme, porque, bueno, es lo que se hace cuando cumples 60. Lo intenté. . .¡Dos completitos! No me cuadró.
No me cuadró porque yo sabía que para esto había sido hecho. Esa convicción me colocó aquí, y aquí me mantiene. ¿Qué cosa te mantiene aquí?¿Qué es lo que te hace que te levantes, te pone una sonrisa en el rostro, te mantiene arriba aún cuando tus números anden bajos?
¿De qué te acuerdas cuando olvidas cómo se siente ganar?¿Cuál es la fuente de tu gozo?
Mi esposa, Carol—mi mejor amiga y la persona más hermosa que conozco—hizo algo por mí, en los albores de mi carrera, que puso mi vida en perspectiva. Llegué a casa del trabajo, cierto día, para encontrar que había colgado un mapa del mundo sobre nuestra cama. “Esto es el sueño,” me dijo. Habíamos orado, pidiendo a Dios que extendiera nuestro territorio. Y ahí colocó el mapa para recordárnoslo. Teníamos tachuelas rojas para marcar todos los lugares a donde ya habíamos viajado, y azules para aquellos que queríamos conocer. Yo miraba el mapa cada mañana al despertar, y cada noche antes de meterme a la cama.
Avanzo en cámara rápida: Hace un par de años, nuestros nietos—que ni siquiera habían nacido cuando mi esposa colgó el mapa--nos dio un mapa nuevo para Navidad. Usamos la misma cajita de tachuelas rojas para marcar adonde ya hemos estado, y las mismas tachuelas para marcar adonde queríamos ir. Se nos acabaron las tachuelas rojas y no necesitamos muchas de las azules.
Miss Carol, mi novia maravillosa, me enseñó a enfocarme en lo que importa. El trabajo—aún siendo bueno en ello--no era la meta. Era una manera de lograr la meta Me iba a trabajar entusiasmado con mi futuro y entusiasmado con ayudar a otros a enfocarse en el suyo.
Alguien dijo alguna vez: “Todo gran sueño empieza con un soñador. Siempre recuerda que llevas dentro la fuerza, la paciencia y la pasión para alcanzar las estrellas y cambiar el mundo.”
Eso es lo que somos, lo que hacemos y el porqué lo hacemos, todo en una declaración perfecta, ¿verdad? Somos tejedores de sueños, haciendo grandes mañanas de la incertidumbre de hoy--y en veces--de los errores de ayer.
Sí. Estamos cambiando el mundo, una familia a la vez, pero no es eso lo que vine a compartir. Estoy aquí para hacer por ustedes lo que mi esposa hizo por mi.
Al ir armando el mañana para otros, ¿te estás acordando de atizar la leña de tu propia hoguera?
Todo gran sueño empieza con un soñador. ¿Tú sigues soñando?¿Hay todavía algo por ahí que debas alcanzar?¿O ya sólo estás administrando todo lo que ya posees?
Es fácil, cuando estás batallando o aún cuando estás bien, decidir que "con ser bueno” basta. Pero nosotros no fuimos diseñados para eso. Fuimos creados para la esperanza, para vivir con propósito y con intención. Nacimos con la pasión en nuestros corazones por una razón. Cada decisión que tomamos nos acerca o nos aleja más de aquello para lo que fuimos diseñados.
Will Durant dijo: “Somos lo que hacemos repetidamente.” El Rey Salomón lo dijo de otra forma: "Como piensa el hombre en su corazón, así es él." En otras palabras, nos convertimos en lo que creemos.
¿Estás creyendo en algo más allá del presente?¿Estás procurándolo y trabajando hacia ello?
Después de casi 50 años en este negocio, la pregunta que más me hacen es “¿Cómo le haces para mantenerte tan contento?" Creo que toda mi vida he tenido un “mapa en la pared”, algo qué anhelar, que procurar, o perseguir.
Siempre he sido un soñador. Jamás he estado sin tener un sueño, una razón para sonreír, aún cuando la vida era difícil. Mi pasión siempre ha sido mayor que mis penas.
Caminaba cuatro millas para tomar el autobús al trabajo, y cuatro millas más de regreso a casa porque había el sueño de proveer para una esposa contenta y dos saludables bebitas.
Todavía disfruto al encontrar nuevas formas de hacer feliz a mi esposa. Pero mis "bebitas" ya tiene sus propios "bebitos" y esos bebitos ya tienen carné para conducir, por lo que yo tengo sueños nuevos. Lo que quiero es que vivan con propósito y con intención, que tengan pasiones y planes, y no que solo se tengan unos a otros.
También sueño de los aspirantes que llegan a MDRT, y compartir lo que sé con asesores de todo el mundo. Sueño en hacer la diferencia e iluminar un camino que otros puedan seguir.
Si sólo estás cerrando ventas, hay mucho más por hacer. Si sólo estás viendo prospectos y no ves a la gente, hay mucho más que debes aprender. Si sólo te interesa ganar dinero, y no te das cuenta o no te interesa hacer la diferencia, hay más que deberías ser.
No te estás sólo presentando a trabajar. Te estás presentando porque a gente te necesita. Pero también debes presentarte por ti mismo--estar presente en tu propia vida. Si no estás dispuesto a hacer eso, ¿cómo puedes pedir a tus clientes que se comprometan a hacerlo? Nunca olviden eso. Llévenlo a sus oficinas, y compártanlo con sus equipos.
Recientemente, la revista Fast Company seleccionó más de 200 de los máximos líderes empresariales y culturales para exponer en su Festival de la Innovación en Nueva York.
Hablaron de todo, de tecnología a viajes espaciales, a la reforma en justicia penal, a la meditación. Pero de lo que todos hablaron fue de encontrar un propósito en tu trabajo.
Los científicos dicen que el trabajo con significado te involucra y the compromete más a hacer lo que sea necesario para alcanzar el éxito, cuando sabes que tu trabajo significa algo para los demás.
Un estudio reciento demostró que la gente que cree que su trabajo es significativo tiene mayores probabilidades de trabajar a su máximo potencial. Viven vidas de mayor satisfacción. Y tienen relaciones más trascendentes.
Cuando veo a una madre y un padre respirar tranquilos sabiendo que sus hijos van a poder ir a la universidad, veo a mis hijas. Cuando sé que una iglesia no perderá su lugar de culto porque yo ayudé al pastor o a su consejo de ancianos a implementar algunas medidas de seguridad, siento la bendición de yo haber sido una bendición.
Cuando los hijos y las hijas pueden cuidar de sus padres enfermos o ancianos sin el temor de perderlo todo, me acuerdo de que ayudara a la gente a planear para el mañana es la cosa mas amable y más atenta que podemos hacer por los demás.
Mira a tu alrededor en este salón. Algunos de ustedes ven competencia, gente a la que quieres superar el próximo año. Está bien. Pero somos más de lo que hacemos para ganarnos la vida. Mira a la persona que está a tu lado, y dile: "¡Sueña!" Diles: “¡Sueña en grande!” Sé el protector de tu hermano y de tu hermano, no sólo su competencia. Sueña con ellos y para ellos. Si todos mejoramos en aquello que hacemos, será porque el mundo que nos rodea es mejor.
Pearl S. Buck dijo: “Encontrar el gozo en el trabajo es descubrir la fuente de la juventud.” Yo cumpliré 74 años en un par de meses, y debo coincidir.
Si eres bueno en lo que haces, lo puedes hacer por mucho tiempo. Pero si tienes uno o dos sueños—una pasión por algo que es mayor que tú—creo que lo podrás hacer para siempre. El cielo es el límite.
Me parece que me gustaría intentar eso. ¿Y ustedes? Pónganse de pie los que estén listos para alcanzar el cielo.

Sol Hicks, Ha sido miembro de MDRT 30 años, 3 veces calificado en Court of the Table y 18 en Top of the Table. Caballero Excalibur de la Fundación MDRT, Hicks es muy solicitado internacionalmente como orador, coach de carrera y consultor. Como asesor de Prudential Financial desde hace más de 35 años, fue uno de los dos únicos agentes en la historia de Prudential, en ganarse el Trofeo del Presidente, --el máximo honor de la compañía-siete veces. Ha terminado el año como Número Uno, más de 10 veces a lo largo de su carrera. Hicks también fue el Agente Internacional del Año para GAMA en cuatro ocasiones. Es mentor de más de 150 asesores por todo el mundo y es autor de dos libros.