
Esa vocecita detractora
Cómo matar a nuestro mayor detractor interno sin morir en el intento
¿Les ha sucedido que llegan con el cliente soñado y automáticamente se sienten pequeños ante él? ¿Por qué nos sucede, o nos ha sucedido eso? Muchas veces (sobre todo cuando somos agentes nuevos) es muy sencillo sentirnos menos ante algún cliente con cierta posición de poder. A mí me sucedía muy comúnmente, así que me puse a observar qué era lo que podía hacer al respecto, y llegué a una conclusión muy sencilla… ¿Por qué no anclar mentalmente ese sentimiento y recordarlo para cuando me sintiera menos confiada? ¡Realmente funciona!
El enfoque y motivación constantes, como gasolina de nuestro motor interno
Para alguien que trabaja como empleado, bajo un horario y bajo ciertas condiciones, es muy sencillo mantener un enfoque, pues sabe que, cumpliendo su parte del trato, el empleador le dará un sueldo y ¡listo!
Para cualquier empresario, el tema es un poco más complejo, pues de ellos depende el éxito o el fracaso de su empresa, y es lo mismo que sucede con nosotros. Por eso no podemos darnos el lujo de perder la motivación o el enfoque ni un solo día, o caernos anímicamente cuando no logramos ciertas metas. Entonces, ¿cómo mantener el enfoque y la motivación a pesar de lo sinuoso del camino? La respuesta que he encontrado es más simple de lo que podría parecer… PREGÚNTATE ¿Qué te apasiona? ¿Cómo te ves a mediano y largo plazo? ¿Te gusta cómo te ves? ¿Eres feliz? Si es así, es muy fácil lograr una imagen mental de cómo queremos vernos en todos los aspectos, y una vez que la tengas ¡es tan fácil ver nuestro objetivo y no apartar nuestros ojos hasta lograrlo!
Solo hay una oportunidad de pensar en grande. No se puede actuar en grande pensando en pequeño.
Hay un dicho que menciona que, si le tiramos a la luna, lo peor que nos puede pasar es llegar a las estrellas, así que, ¿por qué tener los mismos estándares que todos? ¿Saben qué hubiera pasado si la meta para llegar a MDRT hubiera sido más alta de lo que es ahora? Apuesto que seríamos prácticamente los mismos que estamos sentados aquí, ¿saben por qué? Es simple, porque estamos enfocados en llegar a las metas, en el logro, en llegar SÍ o SÍ a las cosas. Entonces, hagan una reflexión: ¿Qué hubiera sucedido si en realidad le hubieran apostado a llegar a TOT? Si llegan es un logro tremendo, pero si no llegan, POR LO MENOS, apuesto que se van a COT, y eso no está mal, ¿verdad? Es solo mentalizarse a superarse a sí mismo cada vez, y de manera constante… ¡Porque una vez que se logra algo, es muy sencillo lograrlo de nuevo!
¡El llegar a los objetivos es un tema absolutamente de MENTALIDAD, no de CAPACIDAD!
Trabaja en fase beta.
La equivocación como medidor de crecimiento.
¿Saben qué hace Mac o cualquier marca de desarrollo de software? Lanzan sus programas o sus aplicaciones aún con errores (muchos de nosotros definitivamente no lo agradecemos, pero no sabemos cuánto trabajo llevó eso), pero imaginen, ¿qué sucedería si esperaran a tener el software o la app más perfecta del mercado? ¡Seguramente alguien ya se les habría adelantado!
Es por eso por lo que debemos trabajar en “fase beta”, sin miedo a equivocarnos (obviamente haciendo nuestro mejor esfuerzo), pero permitiéndonos conocernos y conocer a nuestros clientes.
¿Cómo cortamos un árbol, con un palo o con un hacha?
¿Cómo es más eficiente y rápido cortar un árbol? ¿Con un palo o con un hacha?
De manera definitiva es mucho más sencillo y acertado hacerlo con un hacha, pero recordemos que un hacha sin afilar es solamente un trozo de madera con un trozo de metal, y si no la afilamos, definitivamente vamos a tener los mismos resultados que si tratáramos de cortar el árbol con un palo. Acabaríamos muertos de cansancio, y aunque nuestros golpes fueran sumamente fuertes, nuestro esfuerzo sería mayor. Por eso debemos mantener afiladas nuestras herramientas, y sobre todo tener las correctas. Tal vez comencemos con poco filo en el hacha, pero a medida que vayamos tratando de cortar el árbol sabremos si necesitamos afilarla más o no, y eso, definitivamente, nos lo dará la actividad constante y enfocada.
Reinvención constante
“Lo que no se mueve, se muere”. Hay una parte en el guion de cita inicial de la compañía a la que represento, en que debo decir, al momento de presentarme, que soy un agente con capacitación constante, pues eso me permite mantenerme a la par del dinámico mercado de los seguros; y aunque me parece un discurso un poco gastado, no puedo estar más de acuerdo con eso. Todos los días, los promotores reclutan montones de gente nueva que entra al negocio, y así como entramos nosotros con ideas nuevas a implementar, quienes vienen detrás de nosotros, seguro también las traerán. Por eso debemos reinventarnos constantemente, porque nuestro mercado cambia, el país en el que vivimos cambia, la economía cambia, y las circunstancias cambian.
Incluso, un día, de la nada todo puede cambiar. ¿Recuerdan el sismo del 19 de septiembre en México? De un día a otro todo cambió, y muchos debimos sacudirnos y reinventarnos, de manera que nos adaptáramos a un mercado con grandes preocupaciones y poco dinero. Hay que ver tanto lo bueno, como lo malo, como oportunidades constantes de crecimiento sostenido. ¡Hay que seguirnos moviendo antes de que el mercado nos coma!
Lo que hoy es bueno, dejará de ser bueno mañana.
Hay cosas que siempre nos han funcionado, yo lo veo como el MOJO de Austin Powers; cada quién tiene su distintivo. Tal vez una persona puede ser un excelente escucha y puede capitalizar maravillosamente las necesidades de su cliente; hay otro agente que puede ser muy bueno en la venta reactiva, infundiendo temor hacia sus prospectos; o habrá quienes, a base de muchísima actividad (aunque sea por cansancio), lograrán sus objetivos. Cada uno sabe dónde está la fuente de su poder, (¡y eso jamás debe tocarse!) pero siempre hay oportunidad de mejorar. Tal vez hoy es bueno X producto para un mercado definido; piensen por ejemplo en la Generación X; ellos son mi mejor mercado al momento, pues tienen el entendimiento financiero que quiero, el poder adquisitivo que espero en un cliente, así como una ideología parecida, laboralmente hablando. Es MI mercado, con el que me siento muy cómoda; pero seguramente en unos años ese mercado va a envejecer, y yo tendré que migrar al mercado “milenial”, pues ellos van a ser mi mercado meta más grande.
Debemos tener los ojos bien abiertos a nuevas oportunidades de crecimiento, porque lo que hoy es bueno puede cambiar mañana. Al final, tenemos todo un mundo de oportunidades al alcance de la mano. De nuevo, la única diferencia será la actitud que tengamos para adaptarnos.
Cree-ser
La integridad del agente como carta de presentación.
Tuve una persona muy cercana que, en algún momento, se infectó con el virus de la ambición. Era extraordinariamente elocuente, buena oradora, y uno se sentía confiado al estar con ella… Pero desgraciadamente, lo único que hacía era faltar a sus promesas y vender espejos, en lugar de piedras preciosas. Ya imaginarán, que después de un tiempo de tener malas prácticas se metió en un gran problema, y hasta la corrieron de la compañía. Pensando en ella fue que me surgió la idea de tocar este tema. Entiendo que para estar aquí debemos tener elevados estándares de ética y atención al cliente, y siempre les hago a mis clientes el mismo tipo de preguntas: ¿Cuánto te cuesta ganar tu dinero? ¿Cuánto trabajo te cuesta no estar todo el día con tus hijos y perderte muchas cosas de su crecimiento? ¿Cuánto te cuesta levantarte cada mañana? Obviamente la respuesta siempre va enfocada a algo del tipo “demasiado”, a lo cual yo les respondo: ¿Entonces, por qué confiar algo tan importante como tu protección, a cualquier persona?
A lo que me estoy enfocando con esto, es a que nuestros clientes depositan en nosotros una confianza absoluta, y muchas veces hasta se olvidan de cuál compañía vamos a verlos. Ellos sólo saben que tienen sus seguros con Verónica, o con Toño, o con Gabriel, y confían en que esa persona va a ayudarles a velar por sus intereses, y ahí es donde entra un pacto ABSOLUTO de confianza entre cliente y agente.
Nosotros somos quienes velaremos por ellos si algo les sucede. ¿Les queda duda de la importancia de nuestro trabajo?
Las referencias positivas y el cambio de mentalidad hacia los seguros por parte de los clientes.
Por favor díganme si alguien ha llegado con algún cliente y le han dicho algo parecido a: “¿Vendes seguros? (…) no, yo no creo en eso porque el negocio de las aseguradoras es quedarse con el dinero de la gente; sus productos son una mentira…” Bla, bla, bla y más bla, combinado con un par de peladeces.
Antes era muy común encontrarnos con eso, y lo cierto es que las condiciones de las aseguradoras siempre han quedado estipuladas en la póliza, contrato, papel, o como quieran llamarle. La única diferencia es que esa persona se topó con un mal agente, mismo que con su mal trabajo hizo quedar mal, de entrada, a su persona, a su compañía y a la industria. Y aunque hay muchos agentes que lo han hecho con total premeditación, hay muchos que lo han hecho de manera pasiva, pero les tengo malas noticias: las malas prácticas por omisión también son malas prácticas.
Por eso debemos esforzarnos día a día; estar completamente preparados y hacer las cosas de la mejor manera, para poder cambiar la percepción que la gente pudiera tener de la industria. Por ende, eso traerá más negocios, mejor percepción, ventas más sencillas, vaya, ¡casi una utopía en ventas!
La ética es el mejor negocio a largo plazo
Hay agentes que llevan años en el negocio y tienen carteras inmensas, y lo que he visto en aquellos que conozco, que llevan esos años o más, es que son personas realmente intachables, porque créanme, que traer una máscara puesta, tarde que temprano pesa mucho y termina cayéndose. Lo mismo pasa con la ética; si no se es íntegro, en algún momento la carpa del circo se cae… ¿Quieren un negocio a largo plazo? ¿Quieren trascender con su empresa y dejarla a sus hijos o nietos? ¿Quieren las mejores referencias por parte de los clientes? ¿Quieren dormir tranquilos? ÉTICA es la palabra mágica.
Actitud + Preparación + Autodisciplina
El alpinista y el sherpa para afrontar metas
Cuando alguien va a escalar una montaña, normalmente va con gente a quienes llaman “sherpas”, que saben ir y venir a la montaña, y si hubiese problemas, saben resolverlos.
Los mejores agentes, creo que son como los sherpas más experimentados, porque a pesar de tener una base amplia para comenzar a escalar, lo que hace el sherpa, es tomar la punta del monte y de ahí trazar hacia abajo, de manera que, aunque hubiera muchísimas posibilidades para comenzar, las idóneas siempre son pocas. Si es un sherpa de aquellos súper buenos, seguro va a elegir la mejor-mejor-mejor ruta, de manera que haya la menor cantidad de obstáculos, y si los hubiera, sabrá perfectamente la mejor manera de sortearlos. De eso se trata en nuestro negocio también; planeación desde arriba hacia abajo, para encontrar la mejor manera y minimizar los errores. Si tenemos el objetivo del siguiente año, a planearlo y reducirlo a la manera más pequeña, para poder alcanzar las metas de poco a poco, y paso a paso subir esa montaña.
El plan B para nuestra salud emocional (la voz interna)
¿Qué pasa cuando no ganamos X o Y premio, objetivo, cosa o convención? O peor aún, ¿qué pasa cuando creemos que realmente no estamos hechos para esta carrera, a pesar de habernos demostrado anteriormente que sí teníamos ese MOJO?
Se vale de repente caernos, se vale sentirnos desanimados, se vale incluso tomarnos sabáticos (sabiendo las consecuencias que esto implica), y de repente lamer nuestras heridas, y levantarnos de nuevo, y aunque a veces pareciera difícil, sobre todo si estamos en un momento emocional adverso, debemos ayudarle a nuestro espíritu a que recuerde porqué estamos aquí. Debemos recordar aquellos siniestros que hemos pagado, aquellos a quienes hemos ayudado a llegar a metas, a aquella familia que gracias a nosotros no se quedó en el desamparo total; solamente eso nos va a dar la fortaleza necesaria para poder afrontar cualquier tema emocional. Pues es bien sabido que la carga emocional de un agente es alta, y los únicos que podemos darnos una palmada en la espalda somos nosotros mismos, y a seguir adelante. Si no tenemos eso, al primer airecito nos vamos a caer en esta carrera de ventarrones.
Los resultados de la disciplina repetida
Si uno voltea a ver una competencia con deportistas de alto rendimiento, siempre parecerá que lo que hacen es muy fácil. Lo que muchos no vemos son las horas y horas de práctica que tuvieron para llegar a ese nivel. Recuerdo hace un par de MDRT, donde en una Sesión Plenaria dijeron algo que me hizo muchísimo sentido: Cuando Joe Montana entrenaba con su equipo, le mandaban el balón y él salía corriendo disparado hasta el final del campo, dando su máximo esfuerzo; los compañeros sabían que cada que le llegaba el balón, debían esperar más de lo debido. Hasta que a alguien se le ocurrió increparle porqué corría al final del campo si eso era “solamente” un entrenamiento; a lo que él contestó (palabras no exactas), “Para ti, esto podrá ser sólo un entrenamiento, pero yo lo que hago es prepararme, para cuando llegue mi momento con el balón, dar el mismo 100% que estoy dando ahorita, de manera que ya estaré acostumbrado a hacerlo”.
Y esa es la esencia de esto; repetir excelentes asesorías, excelentes llamadas, excelentes solicitudes de referidos, y nos convertiremos en grandes expertos en lo que hacemos.
Educación constante (lecturas, cursos, juntas) y la regla de las 72 horas
Ya lo toqué anteriormente, pero creo importante reforzar el punto; la educación de un asesor es la base de una cartera grande y sana, así que no duden en leer ese libro que tanto les han recomendado. No duden en ir a ese seminario, ni duden en tomar ese curso que han pospuesto. Pero hay una regla en todo esto, para que les sirva y no se convierta en una pérdida de tiempo: Todo debe aplicarse en 72 horas o menos, pues cuando uno toma un curso, libro, asesoría o lo que sea, las primeras 72 horas son cruciales, porque se tiene aún la emoción de lo aprendido, y nuestro cerebro ha validado positivamente la información y traemos todos los detalles “frescos”, de manera que si van a tomar un curso, o cualquier cosa para mejorar su empresa, háganse un favor y aplíquenlo enseguida para no olvidarlo y realmente tener una ganancia de eso.
Las diferencias son nuestras fortalezas.
Busca en qué eres realmente bueno y explótalo… y si puedes, compártelo.
¿Han identificado cuál es su súper poder? ¿Saben en qué cosa son unos buenazos? ¿Entonces, por qué no desarrollarlo hasta volvernos los mejores de la compañía, o de la industria, o del país? ¿Y por qué no compartirlo con los demás? Lo que se comparte crece. Es como una ola expansiva de buena vibra y retorno de buenas cosas para todos; el mercado es tan grande que no se va a acabar, por lo menos en un buen tiempo.
El servicio hace la diferencia
¿Con quién prefieren tratar, con un ejecutivo de telemarketing o con el dueño de la empresa? ¿Entonces, cómo creen que piensan nuestros clientes? La atención debe ser el punto principal de nuestro diferencial con los clientes. ¿Cuántos clientes se quedan huérfanos de agente y luego nadie les ayuda a resolver nada? La idea es que personalicemos la atención para poder diferenciarnos de los demás. Uno nunca sabe qué más pueda salir de eso.
Gorditos y bonitos
Rodéate siempre de quien quieres llegar a ser (grupos de estudio como iguales).
Tengo la fortuna de pertenecer al grupo de estudio más maravilloso del mundo. Yo no sabía que existía hasta que me invitaron a formar parte de él. En este grupo hay reglas establecidas, y me atrevo a decir que cada que nos vemos es como un mini MDRT, y eso es bastante información para procesar cada mes.
O díganme, ¿qué tan apasionante debe ser un grupo de estudio para quedarnos cada último viernes de mes en la oficina después de las 3 p.m., cuando normalmente todo mundo comienza temprano el fin de semana?
Pues así de apasionante es mi Master Mind. Somos solamente 8 miembros; no más, y a veces, tal vez menos, si alguien no cubre con todos los requisitos. Todos debemos ser, o haber sido, por lo menos de los 25 primeros lugares de la dirección comercial, y cualquier cosa es sometida a votación, y si alguien no está de acuerdo, simplemente no se hace. Por eso es tan importante juntarte con gente igual a ti, pero que te obligue a crecer. Si bien podría tomarse como que somos competidores en la misma carrera, nos sentimos más como hermanos, y SIEMPRE nos ayudamos a crecer. Leemos, debatimos, compartimos mejores prácticas, nos ayudamos en cualquier tema. ¿Quieren crecer en su profesión? Júntense con quienes admiren, o con quienes sepan que pueden crecer hombro a hombro. ¡Cosas mágicas suceden!
Regresa un poco de lo que se te ha dado (mentoría)
Por otro lado, creo que, así como se recibe, hay que dar de vuelta, y creo mucho en el refrán que dice que “si quieres llegar rápido ve solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado”, y tengo la fortuna de tener tanto mentores, como pupilos. Soy una ferviente apasionada del ciclo de dar y recibir, y de las cadenas de favores, y creo que si puedo permear un poco del conocimiento que he adquirido de mis mentores con quienes confían en mí, para crecer en sus carreras, ese ciclo automáticamente nos ayudará a crecer, pues la mayoría de las veces uno crece más dando, que recibiendo.
Del agente individual al agente empresario
¿Qué es mejor, hablar de parte de una compañía como agente (cola de león), o hablar como dueño de su propia compañía (cabeza de ratón)?
Siempre he creído que tengo una empresa –que alguien me diga si estoy en un error, pero me veo como empresaria–, por ende, si quiero tratar con empresarios, debo convertirme en uno de ellos.
Muchos de nosotros somos multi compañía o multi ramo, y automáticamente nos obligamos a hacernos de un nombre de despacho, para no dar una cátedra de media hora a los prospectos diciendo qué hacemos, porque no es lo mismo, definitivamente, decir “mi despacho se llama X y asociados, y en él vemos todo lo relacionado a seguros e inversiones”, que decir “le vengo manejando seguros e inversiones de X, Y, Z y demás abecedario de compañías”. Por eso es por lo que muchos de los clientes de alta gama prefieren tratar con dueños de despachos, que con empleados o agentes de compañías. Al final, lo que hacemos son asesorías, y derivado de eso tenemos venta de seguros, entonces, ¿por qué no decir que somos dueños de nuestras empresas?
Creo mucho en convertirse en el agente perfecto para ese cliente perfecto que queremos tener, así que debemos convertirnos en lo que queremos atraer, y no solamente pedirlo.
Marketing 101 (web, procesos estandarizados, un mismo idioma, el “auto-cebollazo” como método de promoción.)
Como toda empresa, tal vez se comience con pasitos para ir poco a poco, sin embargo, seguramente al ir creciendo se va a necesitar estandarizar procesos, comprar CRMs, tener una página, manejar un mismo idioma con el equipo operativo para el manejo de contingencias (del tipo “tenemos un 303 pareja”, así como lo hacen los policías en México), y, sobre todo, utilizar adecuadamente las redes sociales.
Usar las redes sociales puede catapultarnos (sobre todo con los mercados que están por venir, como los milenial) de una manera que no habíamos imaginado, porque realmente no sabemos el alcance que puede tener lo que compartimos en la red, por eso, piérdanle el miedo a manejar las redes sociales, o bien, contraten personal especializado. Su prospección en frio puede aumentar sus ingresos de manera considerable sin que ustedes hagan nada.
Un equipo de trabajo feliz, para tener clientes felices.
Richard Branson, el CEO de Virgin, dice que es sumamente importante tener un equipo de trabajo feliz, pues ellos van a hacer felices a nuestros clientes, y no puedo estar más de acuerdo con eso. Un buen equipo va a cuidar a nuestros clientes, y por ende (por lo menos mientras no podamos dividirnos en 1000 partes) ellos harán que nuestro ingreso residual no solo se mantenga, sino que crezca.
En una empresa hay inversiones, no gastos
Quienes no quieren invertir en un buen equipo, en la implementación de un buen CRM para el manejo de sus operaciones, que no quieren invertir en retención de clientes, que creen que tener asistente es un gasto, están irremediablemente condenados a no crecer con su empresa, o a volverse locos. Y piénsenlo de esta manera, si invierten en su empresa, eventualmente el gasto hecho (ya sea personal, papelería, regalos, comidas, o lo que sea) no será un gasto, sino una inversión a corto, mediano o largo plazo, según se vea.
La crisis como vehículo acelerador de crecimiento
¿Cuándo se aprende y se crece más? ¿Por qué sucede eso?
Permítanme hacer un ejemplo bastante trágico (por lo menos para mí en su momento) para ilustrar el punto; imaginen la situación:
Acababa de comprar mi casa soñada, y llevaba apenas poco más de dos años vendiendo seguros; debido al rápido crecimiento que tuve, me animé a adquirir EL compromiso económico por excelencia. Resulta que tuve un cliente que compró las dos pólizas más grandes que había vendido hasta el momento, y las pagó de manera trimestral. El cliente solamente pagó un trimestre y canceló… Debido a la juventud de mi cartera, mis bonos (que por cierto son con lo que, aun ahora, cubro mi hipoteca) se fueron a ceros de un mes a otro. Entré en crisis. ¡Pensé que perdería hasta los calzones! Y después de 30 minutos de crisis, me obligué a levantarme y buscar la mejor solución al respecto. Eso me llevó de estar en el lugar 170, al lugar 35 de mi compañía.
Así es como se crece y se expanden los límites bajo presión; entiendo que el ejemplo fue demasiado extremo, pero creo firmemente que cuando una persona más crece, es cuando está obligada, sí o sí, a dar resultados. El estrés no creo que sea una situación idónea para el crecimiento, pero creo que los mayores aprendizajes y crecimientos se dan cuando nos obligamos (por circunstancias externas o internas) a salir de nuestra zona de confort.
Remembranza del temblor de 2017 en México
Cuando se movió la tierra en la CDMX, no habían pasado muchos años y volvió a suceder, y volvió a morir gente, pero también volvimos a levantarnos. ESO es RESILIENCIA, y es lo que hacen los agentes fuertes; los que no son tirados por una crisis económica, por un temblor, o por un presidente malo. Las circunstancias pueden ser las más adversas, pero el crecimiento está dentro de nosotros, y si sabemos capitalizarlo, podemos aprender a hacer limonada cuando nos caigan limones del cielo.
Siempre da ese extra. Outside the box
Hace dos MDRT, tuvimos un desayuno de la compañía con una persona que ha cambiado mi manera de ver las cosas; ella se llama Jessica Cox, y su filosofía es siempre salir de la caja.
El agente que no sale de su zona de confort no hace nada nuevo, y, por ende, sus resultados serán siempre los mismos. Porque el agua que se queda estancada se pudre. Hay que salir de la zona; siempre un paso nos va a acercar a nuestra mejor versión.
Por supuesto, está muy bien salir de la zona de confort, hacer cosas nuevas, ser creativo, ser empresario, invertir; todo eso claro que es un buen punto. Pero siempre hay que medir lo que hacemos. Lo que no es mensurable, no es alcanzable, o, mejor dicho, “lo que no son cuentas, son cuentos”.
¿Si no medimos a dónde vamos y lo que hacemos, cómo vamos a saber cómo hacer mejor las cosas?
El 1% que te va a ayudar a tener un negocio extraordinario.
Si hacemos un 99% repetidamente durante un año contra el 101%, los resultados serán los más dispares que pudieran encontrarse. Siempre, el hacer un grado más las cosas de manera repetida, nos va a llevar a un crecimiento de mínimo el 30% anual.
Entra en la zona
Actitud consciente.
“Fluir, contra empujar”. Las diferencias entre fluir y empujar vienen de adentro de cada uno de nosotros. Es estar conscientes de lo que hacemos, cómo lo hacemos y para qué lo hacemos. Es disfrutar, es respirar y vibrar con lo que hacemos. Es dejarnos llevar y esperar los mejores resultados de nuestra labor, pues si bien hemos dado nuestro mejor esfuerzo, lo hicimos conscientes, y, por ende, el goce vendrá desde que hagamos las cosas, y no digamos cuando recojamos los frutos de nuestro esfuerzo. Contrario a quien empuja, pues no deja que las cosas tomen su curso y cree que el estar es solo presentarse y hacer las cosas por hacerlas. Los resultados definitivamente jamás son los mismos cuando las cosas se hacen con conciencia y amor.
Zona gamma, alfa y theta
Cuando un deportista da su máximo esfuerzo, pasa de la zona alfa o theta, directamente a la zona gamma.
Esa zona es donde la magia ocurre. Para quienes les gustan los carros, es cuando se pone el “nitro” y el carro sale disparado; cuando Usain Bolt o Michael Phelps rompieron sus propios récords. Esa zona es la que da ese grado máximo de concentración, y se logran resultados extraordinarios.
¡Y por qué no vivimos en esa zona? Es como cuando “estamos de moda”, y todos podemos llegar ahí, la cosa es que cuando lleguemos, contemos con todas las herramientas para poder aprovecharlo. Por eso debemos prepararnos y estar muy abiertos de mente, para cuando lleguemos a ese punto donde las cosas fluyen de la mejor manera y todo comienza a ser más que fácil para nosotros.
La pasión constante te llevará a grandes resultados.
“Les deseo que amen su trabajo para que jamás trabajen en su vida”.

Verónica Ivette Bernal Pérez ha sido miembro de MDRT tres años. Ha participado activamente en el Programa de Mentoría de MDRT durante dos años, y es mentora de más de 20 aspirantes a MDRT.