
¿Alguna vez te has preguntado cómo afecta la Inteligencia Emocional a nuestra concepción de liderazgo? El sentido de “mandar con corazón” es un factor determinante para tener resultados satisfactorios.
Existe una relación directa entre el desempeño de una persona, sus emociones y cómo las maneja. Y es que desde que se descubrió que la Inteligencia Emocional define, en mayor proporción que la Inteligencia Cognitiva, el éxito de una persona, se ha iniciado un cambio de mirada, no solo en las empresas, sino en la sociedad en general, sobre qué es lo que se requiere para ser exitoso (sea cual sea tu definición de éxito en el campo de tu preferencia).
Antes de continuar hablando del vínculo entre Inteligencia Emocional y liderazgo, quiero definir con claridad qué es la Inteligencia Emocional.
Inteligencia Emocional es un término que se hizo famoso en la década de los noventas, debido, principalmente, al libro que lleva el mismo nombre, del psicólogo Daniel Goleman, quien es uno de los máximos exponentes y estudiosos del tema. En su libro, Goleman explica el vínculo que existe entre el cerebro y las emociones, y que, como seres humanos, tenemos una mente racional que se relaciona con nuestra capacidad de emitir pensamientos críticos y lógicos, y también tenemos una mente emocional que se encarga de los sentimientos e impulsos. Entonces, desde el resultado de esta investigación, ¿qué es la Inteligencia Emocional? Definitivamente, es un conjunto de habilidades que nos ayuda a percibir, entender, expresar, razonar y manejar las emociones, tanto las nuestras, como las de los demás.
Podemos aplicar estas habilidades para que nos ayuden a tomar más consciencia de nuestros propios sentimientos y de otras personas, y al mismo tiempo, ser más conscientes de la influencia que están teniendo las emociones sobre nuestras decisiones, comportamiento y desempeño. Esto, a su vez, nos ayuda a minimizar la influencia improductiva que pueden tener las emociones, y maximizar sus cualidades productivas
Siguiendo la premisa de que la Inteligencia Emocional es clave para tener éxito y triunfar en la gestión individual, los líderes también requieren contar con un buen equipamiento que los ayude a generar emociones que los impulsen a alcanzar un alto desempeño, y minimizar aquellas emociones que lo reducen. Es decir, que todo líder requiere contar con un buen nivel de Inteligencia Emocional.
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ES CLAVE PARA TENER ÉXITO Y TRIUNFAR EN EL ÁREA DE GESTIÓN INDIVIDUAL
Desarrollar esta capacidad de actuar con inteligencia emocional mejora enormemente los resultados en las funciones de liderazgo. Y es que, a diferencia de la Inteligencia Cognitiva, la Inteligencia Emocional se puede mejorar a través del autoconocimiento, evaluación y entrenamiento para adquirir aquellas competencias que están relacionadas. La Inteligencia Emocional no tiene sólo correlación con sus propios niveles de compromiso con el trabajo, sino que guarda una alta correlación con los niveles de compromiso de su gente.
Podemos afirmar que, luego de reconocer que las personas respondemos a los estímulos externos e internos, y dependiendo del grado de inteligencia que tengamos en el aspecto emocional, podremos obtener resultados diversos y podremos hablar del liderazgo emocionalmente inteligente.
El liderazgo emocionalmente inteligente nos hace reconocer que nos movemos en seis competencias potentes que nos llevan a estar en “estados productivos”, y el gran reto es cómo identificarlas y desarrollarlas. ¿Qué sucede si no las tenemos? ¿Las podemos adquirir y potenciarlas? Tal como mencioné anteriormente, Según D. Goleman y B. Palmer, ¡la gran noticia es que sí!
LAS COMPETENCIAS IDENTIFICADAS EN EL LIDERAZGO EMOCIONALMENTE INTELIGENTE SON LAS SIGUIENTES:
- El líder consciente es quien posee capacidad de autoconocimiento como punto de partida, lo cual demuestra que a una persona con un alto nivel de esta habilidad se le siente presente, en vez de desconectado de las personas con quienes se interrelaciona.
- El líder empático está consciente de las personas, y es capaz de percibir y reconocer a los demás y asegurarse de que se sienten valorados. Un alto nivel en esta habilidad se demuestra en las personas empáticas, no en las que son insensibles con los sentimientos de los demás.
- El líder genuino, auténtico por naturaleza, se expresa de manera efectiva, honra compromisos y promueve esta conducta en los demás. Ser un líder genuino implica saber expresar los sentimientos. Un alto nivel de esta habilidad se demuestra en alguien auténtico, en vez de no confiable.
- El líder expansivo tiene la habilidad de usar la información emocional combinándola con otros datos y hechos para tomar decisiones, por lo tanto, en el nivel alto, las decisiones son expansivas, en vez de limitadas, lo cual sucede cuando se carece de esta habilidad.
- El líder resiliente demuestra autocontrol; maneja sus estados de ánimo y emociones, y siempre trata de mejorar. Estos líderes, en su nivel más alto, son perseverantes, en vez de inconsistentes en el trabajo.
- El líder potenciador inspira resultados y potencia a los demás para tener un máximo rendimiento, más allá de lo que se espera de ellos.
SER UN AGENTE DE CAMBIO CON QUIEN, DENTRO DEL ENTORNO EN QUE NOS MOVEMOS, SE DISFRUTE DE EXPERIENCIAS POSITIVAS
En definitiva, estos rasgos de la Inteligencia Emocional marcan la diferencia en los resultados, no solo del negocio, sino del entorno en el cual nos movemos, pues estamos en un mundo de personas y buscamos “humanizar para transformar”. Solo así lograremos trascender, buscando el equilibrio para aceptar que nuestro fin como personas es ser felices y contribuir a crear sociedades equilibradas, justas, humanas y trascendentes.
En mi experiencia personal y profesional me esfuerzo por enfocarme en estos principios, que finalmente se convierten en un estilo de vida que le da sentido a lo que hacemos. No es por el dinero o el estatus que podamos conseguir… es por ser un agente de cambio con quien, dentro del entorno en que nos movemos, se disfrute de experiencias positivas, genuinas, expansivas, de crecimiento personal, las cuales generen sociedades humanas compasivas y solidarias.
Tomado de Evaluación 360° de Inteligencia Emocional en el trabajo - Ben Palmer, Genos University.

Patricia Salazar Barbagelata ha dedicado 20 años a liderar equipos comerciales y de gestión de personas en compañías de seguros transnacionales (Alico y Mapfre). Desarrolladora de equipos de alto rendimiento y consolidación de talento, tiene 10 años de experiencia como profesora de posgrado en la UPC de la Universidad Laurate en liderazgo de gestión, inteligencia emocional, formación de equipos de alto rendimiento, clima laboral y habilidades de comunicación asertiva. Fue reconocida como la mejor profesora de liderazgo y negocios en 2013 en la UPC. Es la fundadora y gerente general de Agil Business Consultants.