Ser un buen asesor implica más que solo contactar a la gente; también se relaciona con estar abierto a nuevas ideas y desarrollar tu autoestima. En Enero de 2021, líderes comunitarios de Estados Unidos y Canadá organizaron un webinar que fue moderado por Juli Y. McNeely, CFP, CLU, miembro MDRT desde hace 14 años de Spencer Wisconsin, EUA y contó con la presencia de las asesoras Vanessa Y. Bucklin, MBA, CLU, miembro MDRT desde hace ocho años de Conrad, Montana EUA, Alison Murdock, miembro MDRT desde hace nueve años de San Diego California, EUA y Regina Bedoya, CLU, ChFC, miembro MDRT desde hace 28 años de Juno Beach, Florida, EUA.

McNeely: Hablemos de personas influyentes y mentores en su vida. Todos podemos mirar atrás y decir: “¡Dios mío, tuvieron un gran impacto!”, y, en ocasiones, tardamos en darnos cuenta del impacto que alguien tuvo en nuestras vidas.

Bucklin: Tengo muchos mentores tanto dentro como fuera de la profesión. Mi lista de personas a las que quiero reconocer sería bastante amplia y entonces pienso en lo que dijo el entrenador de baloncesto John Wooden: “Nunca puedes superar a tu círculo interno”. Pienso mucho en ello cuando se me pregunta acerca de los mentores porque MDRT es el ejemplo perfecto de ello. Te rodeas de los mejores asesores del mundo y si observas lo que ellos hacen para conectarse con clientes y cómo generan confianza, esta es la mejor plataforma para tener esa conexión y tener a esos mejores mentores contigo.

Murdock: Pertenezco a la segunda generación de asesores en mi familia y, por eso, tuve mentores increíbles entre sus miembros y dentro del negocio; aprendí y crecí gracias a ellos. Resulta curioso cuando los mentores también son familia, pues sientes la necesidad de definirte. Fue una mentoría interesante porque no solamente pude aprender, sino que me sentí inspirada para salir, crecer y aportar mi propio elemento de valor dentro del negocio familiar.

Para mí, MDRT también es una parte muy importante de esa mentoría. No te encuentras únicamente con cosas formales y oficiales, también puedes tener conversaciones breves, cuando asistes a un evento, y experimentar la disposición que tiene la gente de contestar preguntas que te permiten crecer. No hay nada que se le compare, y valoro cada una de las ocasiones en las que puedo interactuar con cualquier miembro MDRT.

Bedoya: En mi caso, mi mentor principal, particularmente durante los inicios de mi carrera, fue mi director general que también fue quien me contrató. Se llamaba Charlie Smith y fue uno de mis más grandes mentores a lo largo de los primeros años de mi carrera. Más tarde, se retiró para aceptar una posición en Finseca y mi colega Brian Kazinec se convirtió en mi mentor principal. Juntos hicimos mucho trabajo en conjunto y de él aprendí la parte práctica de nuestro negocio.

Durante los últimos 27 años, y como miembro MDRT, he tenido la fortuna, al igual que los demás miembros, de aprender y crecer gracias a otros. Me encantan las situaciones, como la que mencionó Addie, cuando tienes una conversación informal con alguien a la hora de la comida durante alguna de las reuniones. Son esos momentos, esas oportunidades de aprender y de adquirir conocimiento y experiencias a través de otros los que componen el ADN de MDRT.

McNeely: ¿Hubo algo que les haya tomado mucho tiempo aprender cuando empezaron en esta carrera?

Bedoya: No debemos tratar de ser todo para todos. Debemos encontrar qué parte del negocio es la que realmente disfrutamos y en la que somos buenos. Necesitamos encontrar prospectos que puedan relacionarse con nosotros porque tenemos algo en común. Resulta más fácil que confíen en nosotros cuando tenemos intereses o experiencias en común. Enfócate en esas áreas del negocio y hazlo mejor que cualquier otra persona.

Bucklin: En ninguna industria existe algo que pueda reemplazar al trabajo arduo. Eso es algo de lo que nos damos cuenta desde el principio. Cosas como la disciplina y la motivación son gratuitas para cualquiera que quiera poner ese esfuerzo y energía. Puedes hacerlo y no te cuesta nada. No hay atajos en este negocio. Lo que obtienes es proporcional al esfuerzo que pones y eso nos remonta al trabajo arduo y a la dedicación.

McNeely: También me gustaría que habláramos un poco sobre la confianza en uno mismo. Frecuentemente digo, y he escuchado que muchas otras personas también dicen, que a las mujeres a veces les resulta difícil dominar el tema de la confianza en sí mismas. ¿Cómo lograron tener confianza en ustedes mismas?

Murdock: La confianza es muy similar a un matrimonio: Es un trabajo en progreso. Una vez que logras tener confianza, no la puedes mantener por sí sola. Tienes que recordar que debes seguirte esforzando por construirla y mantenerla. Existen varias cosas que hago para pulir ese arte. Mis hijos se burlan de una de ellas y es cuando uso la siguiente frase: “Encuentra el lado positivo”. En lugar de jugar el papel del abogado del diablo, actúas como el abogado del ángel. Revisas cualquier situación o hasta la peor de las situaciones e intentas encontrarle el lado positivo. Encuentra aquello que haya sido lo positivo de la situación.

Entre más lo hagas, más será la confianza que generes y más pensarás de la siguiente manera: “Veamos, salió algo bueno de esa situación y tuve un impacto positivo”. Cuando me lavo los dientes en las noches, a menudo me pregunto: ¿Qué fue lo que hice bien el día de hoy? A medida que mejoro en mi trabajo, esa lista crece y obtengo más confianza. Cuando me voy a dormir, no cargo todo el peso del mundo sobre mis hombros. Me acuesto pensando: ¡Vaya! Sí que tuve éxito hoy. Y me levanto sintiéndome mucho mejor.

Bucklin: La confianza es simplemente la creencia que tienes en ti mismo y, de hecho, construyes esa confianza mediante el fracaso. Cometes errores y aprendes de ellos.

Cuando he cometido errores y me he enfrentado a desafíos, he tratado de caer de frente para aprender de ellos y poder seguir adelante en lugar de permitir que ese error me aplaste.

Asimismo, como mencioné anteriormente, la confianza se construye con trabajo arduo. Si en este negocio te dicen que tienes que hacer 10 llamadas al día, yo hago 12 llamadas. Y si me dicen: “Tienes que llegar a las 8 a.m.”, llego a las 7 a.m. Todo se relaciona con ese impulso que estás generando y con la confianza que se crea a partir del trabajo arduo y de implementar esa práctica.

Para ver el video completo de esta conversación, visita rz.mdrt.org.

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Regina Bedoya reginamdrt@gmail.com

Vanessa Bucklin vanessa@pciconrad.com

Juli McNeely juli@mcneelyfinancial.com

Alison Murdock addiemurdock@me.com