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Unidos en la desgracia
Unidos en la desgracia

may. 01 2023 / Round the Table Magazine

Unidos en la desgracia

El socio filantrópico de MDRT se pone manos a la obra ante la ocurrencia de un desastre.

Temas cubiertos

En 2009, Jessica Thompson descubrió un sentimiento con el que los asesores están bien familiarizados: empezó a ayudar a personas y ya no quiso detenerse.

Al principio, Thompson quien actualmente es la CEO de All Hands and Hearts (AHAH), una organización sostenida por voluntarios que ofrece ayuda ante situaciones de desastre y que es el socio filantrópico de dos reuniones de MDRT en 2023, solo había planeado trabajar como voluntaria durante tres semanas. Cuando viajaba por Laos, la originaria del Reino Unido escuchó en el autobús a unas personas hablando sobre la organización y pensó en ir a Indonesia para trabajar con ellos durante una breve temporada para después continuar con sus viajes y dedicarse a “una vida de visitas a playas y museos”.

En resumen: eso no es lo que sucedió.

Impacto en acción

En Indonesia, ayudó a demoler estructuras poco seguras que habían sido afectadas por un terremoto, rescató material de construcción para ayudar a las personas a reconstruir sus hogares usando piezas de propiedades antiguas y a construir hogares temporales para personas en transición. Thompson, una profesora de inglés quien también había trabajado en televisión, quedó inmediatamente sorprendida por el impacto que cada voluntario podía tener y por la naturaleza comunitaria de la organización. Se quedó ahí cinco meses y en el transcurso de ese tiempo un terremoto sacudió Haití, y Thompson fue testigo de una gran necesidad que no pudo ignorar.

Pasó un año y medio en Haití (donde de 100 a 125 voluntarios trabajaban diariamente en comparación con los 20 a 30 que trabajaban en Indonesia), ayudando a demoler edificios dañados y a retirar los escombros, lo que a menudo significaba arrastrar grandes y pesadas piezas de concreto. Aunque el trabajo físico fue sumamente extenuante, Thompson hizo hincapié en que no es “ni una superheroína ni una fanática del gimnasio”.

“Todos pueden involucrarse y participar”, señaló, “siempre y cuando estén dispuestos a sudar un poco”.

Mientras se encontraba en Haití construyendo escuelas, un tsunami azotó Japón y Thompson le dijo al fundador de AHAH, David Campbell, quien en ese momento también se encontraba trabajando en Haití, que la organización necesitaba contar con un coordinador de voluntarios oficial para los trabajos que se realizarían en Japón y que ella era la persona indicada para ese papel.

El resto de la historia de Thompson continúa de la misma manera: trabajó como coordinadora de voluntarios en numerosos proyectos hasta que había tantos coordinadores de voluntarios que optó por convertirse en su directora. Después de varios años en ese cargo, se cambió al área de operaciones para supervisar los programas, por ejemplo, el esfuerzo de recuperación en los Estados Unidos tras los huracanes Harvey y Maria de 2017. Más tarde, ayudó a diseñar sistemas y procesos para el departamento de recursos humanos de AHAH.

Durante el segundo trimestre de 2022, Thompson se convirtió en CEO y actualmente sigue “trabajando como activista voluntaria y me aseguro de que estemos ofreciendo oportunidades de transformación para los voluntarios y de que les encomendemos tareas reales, tangibles y significativas por desempeñar y que tengan un impacto directo en las comunidades a las que servimos”, dijo Thompson.

Asimismo, agregó que esas comunidades se han expandido en los últimos años y subrayó que AHAH ha ampliado su definición de desastre y que actualmente no solo responde a catástrofes relacionadas con fenómenos climáticos, sino que también ofreció apoyo en temas relacionados con la pandemia por COVID en 2020 y 2021 y que en 2022 ayudó a refugiados de Ucrania en Polonia y Ucrania.

“Nos apasiona encontrar comunidades en las que su capacidad local ha sido superada y echar mano de personas en todo el mundo que ven lo que sucede y dicen: ‘puedo ir ahí y hacer algo al respecto’”, comentó. “A estas personas les ofrecemos una forma segura y efectiva de conectarse con nosotros y hacer exactamente eso”.

Involucrarse

¿Qué significa esto para los miembros de MDRT? Dos cosas: el dinero que se recaude durante la Reunión Anual y la conferencia global se destinará a programas de ayuda ante situaciones de desastre. Uno de los proyectos que apoyará la fundación consiste en la construcción de escuelas en áreas afectadas por el tifón de Filipinas usando estructuras de bambú que, de acuerdo con Thompson, tienen una huella de carbono menor a la del diseño tradicional de concreto que se usa en escuelas. AHAH espera poder usar este diseño sustentable y amigable con el clima en todos lados; actualmente está en proceso de obtener la aprobación para usarlo en construcciones en Nepal.

El trabajo de AHAH también implica que los miembros de MDRT puedan participar no solo por medio de donaciones. Además de monitorear condiciones climáticas por el potencial de causar daños y actuar rápidamente cuando es seguro y adecuado enviar ayuda, AHAH también tiene planeado pasar lo que resta de 2023 reparando hogares que fueron dañados por el huracán Ian en Florida, ayudando a mitigar los daños por el incendio forestal de California, construyendo escuelas en México (una continuación del trabajo que comenzó después del terremoto ocurrido en 2017) y trabajando en la construcción de la escuela ya mencionada en Filipinas.

¿Te gustaría ser voluntario? Solo llena una solicitud en allhandsandhearts.org/volunteer. Los voluntarios deben cubrir los gastos de traslado a la ubicación, pero una vez ahí y por el tiempo que deseen se les proporcionará un lugar donde quedarse, alimentos, herramientas y orientación. “Solo tienes que presentarte, ponerte las botas de trabajo y ponerte manos a la obra”, dijo Thompson. Este trabajo le ha permitido hacer amigos de todo el mundo (a menudo se encuentra caras conocidas de un lugar a otro) y crecer en una organización en la que más del 90 % de los puestos son ocupados por antiguos voluntarios.

“Se trata de una historia típica”, dijo Thompson. “Te ofreces como voluntario por un periodo breve, te enamoras del impacto que puedes tener y de las personas a las que conoces y terminas quedándote en la organización”.

“Podría sonar muy trillado o a cliché, pero es una experiencia que me cambió la vida. Encontré esta comunidad de personas que solo querían hacer lo correcto y pensé: ¿Cómo algo más en la vida podrá satisfacerme que no sea estar rodeada de estas personas que muestran un gran compromiso, inspiración y dedicación por estar aquí para ayudar a las personas?”