Yo tengo la encomienda de compartir algo que me llevé de una Reunión Anual de MDRT, y que implementé en mi firma, y tuvo un efecto profundo en aquello que hago.

La respuesta fácil es amistades. Todos entretejemos redes de relaciones y nos vamos conociendo, y compartimos grandes ideas, conceptos y prácticas que nos ayuda a todos a ser mejores. La disposición de los miembros de MDRT para compartir sus mejores prácticas no tiene parangón en ninguna otra organización, y nos ayuda a todos a ser extraordinarios.

Sin embargo, esa es la respuesta fácil. En vez, voy a compartir con ustedes algo que tomé de la Reunión Anual 2013, en Filadelfia. Voy a compartir cómo implementé lo que me traje, en cosa de dos meses; lo que hizo para mi negocio, y finalmente, retarles a que contemplen lo que hacen de una manera distinta.

Primero, vamos a plantear el escenario. Una gran parte de mi negocio es trabajar con empresarios propietarios con relación a su seguro y sus beneficios. En junio de 2013, nuestra profesión estaba enfrentando algo que jamás había experimentado algo semejante--la implementación de un cambio significativo en la legislación. Esta ley, independientemente de que la apoyes o no, significaba cambio masivos y extendidos en cada aspecto de este tipo de seguro en particular, y los cambios estaban ocurriendo a un ritmo semanal, haciendo que fuera casi imposible mantener a los clientes al corriente con la información.

En esa reunión, al asistir a una Sesión de Enfoque, dos ideas realmente me impactaron, y las fusioné. Escuché sobre cómo alguien usaba seminarios con sus clientes, escuché a otro miembro describir sus eventos de apreciación de clientes. Todos los aquí presentes hemos escuchado acerca de los seminarios. Eso no es novedad. Años antes, yo había hecho seminarios, pero sin lograr los resultados que yo buscaba, no hubiera habido poder que me hubiera convencido a hacer ni uno más.

Esta vez, sin embargo, algo era distinto. Miré esta vieja solución a través de una óptica nueva. Yo vi la oportunidad de llevarme algo que juré que jamás volvería a hacer--armar un seminario--y presentarlo de una manera distinta con un gran significado para mis clientes y prospectos y ser recíproco con aquellos que me apoyan.

Cuando regresé a mi casa en Dallas, Texas, al final de la semana me puse a trabajar. Mi idea era armar un evento que yo pudiera usara para educar a mis clientes sobre lo que estaba ocurriendo con su seguro médico, explicar lo que necesitamos de ellos junto con la calendarización, y finalmente, cerrar con una idea de ventas ya que algunas empresas podrían decidir dejar de ofrecer beneficios, pero pudieran estar interesados en algo para retener gente clave.

Daniel O’Connell, MBA, Ha sido miembro de MDRT por 10 años, habiendo calificado una vez en Court of the Table y siete en Top of the Table. En 2016, presidió el Comité de Programación de Top of the Table.

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